Este tipo de perforaciones y explotaciones, como ha quedado de manifiesto con la explosión de la plataforma de BP en el Golfo de México, entrañan un riesgo aún mayor que los pozos tradicionales ya que las condiciones son más extremas. Además, la industria petrolera ha demostrado que no es capaz de evitar a contaminación ni de encontrar soluciones solventes cuando es necesario.
Por otro lado, hace pocos días un Juzgado de Tarragona abrió un procedimiento penal por los vertidos producidos en mayo y junio de 2009, durante las perforaciones y prospecciones de estos mismos pozos en Tarragona. Repsol no comunicó estos vertidos a las autoridades y fueron finalmente detectados por Capitanía Marítima.
¡Pide al Ministerio de Industria una moratoria para España!
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